viernes, 10 de abril de 2015

MARGINALES Y CORRUPTOS 2


- Es un puto imbécil, siempre está con la misma mierda

- Joder tía, si ya sabes como es... ¿por qué te enfadas?, son bromas... a su manera- la chica rubia y de grandes ojos iba desencajando el gesto mientras acababa la frase.

- Mierda, es un payaso y se pasa.- sentencio la otra cubriendo su cara contra las piernas.

Toño y Miki veían a las dos chicas sentadas en la mesa del merendero, Toño tira el cigarro y tuerce la boca, no puede creerse que accediera a esto, con lo bien que estaría ahora en casa, o en el bar, o paseando al perro...

- ¿Las reñimos por poner los pies en el banco?

- Vete a la mierda Toño, vamos a estar aquí quietos no creo que tarden mucho en irse, es muy raro que estén dos niñas solas aquí en medio a estas horas.

- Bueno niñas...

- Joder Toño que tienes treinta y un años, ellas no tendrán ni dieciocho.

- O tienen más de veinte.

Las chicas estuvieron hablando y quejándose un par de cigarros mas.

- ¿Sabes están hablando de algo que les ha hecho un chaval?, quizás haya alguien más por ahí, estarán unos cuantos por ahí bebiendo o algo.

- Ya tenía eso en mente.

- Joder Miki, ¿y no me lo dices?, vaya mierda de comunicación entre compañeros.

-¿Por qué no dejas de beber?

- Tssssss

Se oyen unos pasos en la oscuridad del camino, las marismas estaban recorridas por una ruta creada por el ayuntamiento para el disfrute, en la zona del bosque confluían varios de estos caminos.

- Serán sus amigos

-¿Quién eres?- grita la chica rubia.

- No nos asustéis hijos de puta.

- Que cabronazos. - le da unos codazos Toño a Miki.

La luz es muy escasa, las niñas siguen chillando.

- Para cabrón, di quien eres

- Vamos donde estos, tía.

- ¿No ves que son ellos que quieren vacilarnos? Que os hemos pillado subnormales.

Las dos chicas están de pie, Toño y Miki escondidos entre la oscuridad y la maleza, los pasos no suenan a un grupo de chavales, suenan a uno, dos como mucho, se oyen unas risas ujjuujum ujujunm.

- Da la linterna del móvil tía.

- Joder que hijos de puta

La chica saca el móvil de la cintura, le tenía metido entre el pantalón y el tanga. Los pasos cada vez se oyen más cerca, se comienza a ver una figura, alta torpe. Cuando la chica ilumina hacia él estaba a escasos siete metros, la bombilla del móvil no tiene tanta intensidad y no se distingue bien.

- Para joder, Kike eres un cabrón. - Agita los brazos y la linterna, la otra comienza a retroceder, ya está a cinco pasos

La figura avanza, a escasos tres metros se ve perfectamente.




- AAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, CORRE HOSTIA CORRE

- AAAAAAAAHHHHH, SOCORRO

Las chicas corren hacia la ría, pasando cerca de Miki y Toño.

- Mierda eso no era un chaval, vamos hostia.

Ambos salen disparados hacia el sujeto, en ese momento las dos chicas pasaban corriendo por de frente del arbusto en el que estaban agazapados. Ellas pegan un salto al ver el movimiento de dos sombras que salen corriendo delante de ellas, gritan mas y salen corriendo.

- Cógele los brazos por detrás del cuello.

Ambos se lanzan sobre él, se caen al suelo, Toño consigue inmovilizarle, agarrándole de los brazos y la nuca le levanta.

- Cabrón te gusta asustar niñas ¿eh?, ¿que ibas a hacerlas?, da la linterna.

La luz incide sobre un rostro simiesco, ojos asustados, sus labios se movían enfermizamente.

- Nonononononomm, por favooorr

- Joder Toño, es Vicentín, me cago la puta ¿qué cojones haces?

-Vicentín me cago tu puta madre, ¿qué haces asustando niñas? ¿No irías a hacerlas nada?

Vicentín se reía con una risa babosa, podría ser sospechosa de vicio, pero siempre se reía así.

- Eso no se hace Vicentín.- Miki le cruza la cara de un bofetón a Vicentín. - Te voy a cortar la

picha para que no te den ganas de asustar a las niñas, dame la navaja Toño

- ¿Que eres subnormal? ¿Para qué le pegas?

- Dame la navaja, que a este hijo puta le quito las ganas de violar.

- Para quieto, no creo que Vicentín haga eso, nunca lo ha hecho, ¿a que no Vicentín?

- Nonononomm, yo paseo, pedilas dinelo.- Sobaba su índice con su pulgar haciendo el signo del dinero.

- Venga Toño mira qué hora es, tu le crees, además ¿qué hay de malo en asustarle un poco?

- ¿Qué haces tan tarde por ahí Vicentín?

- Mi madre eheje se dormio en el sofá, la puerta no estaba con llave ehehje, un paseo, si, un paseo.- Vicentín no era muy completo, ninguno sabía muy bien que era el problema que tenia, el caso es que era bastante mayor que Toño y Miki, siempre le habían conocido así, paseando y pidiendo dinero, su madre era una anciana que siempre había tirado de él.

Toño soltó a Vicentín

- Vete a tomar por culo.

- Trae hombre que solo le voy a asustar.

Los dos forcejean un poco, la navaja se cae, Miki se agacha y la coge, Vicentín con los ojos muy abierto y su boca de mono en posición de pronunciar la letra U se da la vuelta y empieza a correr torpemente. Sus viejas zapatillas tienen los cordones medio suelto, y al pantalón que lleva le hace falta un cinturón, su cazadora le queda grande; no es el mejor atuendo para ir a correr.

Miki le agarra y le tira al suelo

- Cabrón te vas a acordar, ya no se pueden asustar niñas y portarse mal, ahora está la patrulla callejera de Pedrel.- Le levanta la camiseta y le pincha suavemente con la punta de la navaja.

-La patrulla callejera.- Repite al ritmo que empieza a ejercer presión y le hace un corte de siete centímetros no demasiado profundo en la espalda. Le aplasta la cabeza contra el suelo y le suelta. Vicentín echa a correr agarrándose la zona lumbar donde tenía el corte, -hijo puta- gemía. Miki se levanta se da la vuelta y una fuerza empuja su mandíbula, le gira la cabeza y le cierra los ojos, unas manos se abalanzan sobre la navaja.

- Como vuelvas a quitarme la navaja o hacer el hijo puta otra vez te saco las tripas y te tiro a la ría.

- Que hostia me has dado, como te pones...

- Es que te van a dar por el culo, eres subnormal, ¿te parece normal lo que le has hecho a Vicentín?

- Joder mira lo que iba a hacer a las dos chiquillas esas, ¿a ti eso que te parece?

- No sé, nunca ha hecho nada a nadie. Si vas a hacer cosas así yo paso de ir mas contigo.- Toño se queda mirando a Miki, este le mira aun agarrándose la barbilla donde había ido directo el puñetazo de Toño. -¿Eh?

- Vale, vale

- Tssssss, se oyen voces.

- Joder que sí, que es enserio. Pensé que eras tú o alguno de vosotros, para cuando le alumbre con el móvil era un hombre mayor, parecía un zombi, joder Litos vamos a casa estoy acojonada.

Ambas chicas iban agarradas a dos chavales con gorra y camiseta de tirantes que no podían hinchar más el pecho.

-Que si joder Litos que estaba ahí donde los merenderos-, las voces venían del cruce de uno de los caminos que enlazaban con el sector de las mesas y los bancos de piedra y madera.- Tú me crees a que si Kevin.

- No se Litos tronco esto da mal rollo, Nacho y José también se quieren pirar. Yo no quiero ir a mirar, vamos para casa y punto.

- Su perra vida, para una noche que hay buena marea para echar unas cañas y unos canelos aquí bajo la luna, luego dices que no soy un romántico.

- Venga vámonos Litos, nos quedamos un rato en mi portal si quieres, -la chica le dio un beso en el cuello, todos miraban a la oscuridad que dirigía a la zona de descanso.

Un matorral se mueve unos metros más adelante del grupo de jóvenes.

-AAAHH, yo me voy.- Una de las chicas echa a correr, la otra la sigue instintivamente. Los chicos van detrás andando rápido.

Toño y Miki salen del matorral.

- Que maricones.

-Que cabrón estas hecho.

- La piña estaba ahí, por algo seria.- Toño enciende un cigarro.

- Para tirarla tu ¿verdad?

- Claro, venga, vamos para casa, son las tres y media y por aquí no queda nadie.

- Eh Toño de esto mejor no hablar ¿no?

- ¿De qué? ¿Del maltrato a una persona deficiente por otra más deficiente aun?, tranquilo, mas te vale que no lo hagas mas...

Toño- Todo correcto, nos vamos para casa Marismas. El mensaje llega al grupo de la patrulla del pueblo

Lucho- Muy bien chicos, joder habéis estado tiempo ¿eh? Eso son ganas. El resto todo tranquilo también.

Lucho- Noche tranquila, solo unos chavales que querían pintar en el campo de futbol. Buen trabajo chicos.

Al mediodía del día siguiente Lucho estaba fumando un cigarro en la puerta del bar que regentaba. Es un hombre grande, de gran tripa y gran nariz; su cabeza solo está cubierta por los lados por un pelo blanco nuclear. Sereno y tranquilo mira su terraza y charla con los clientes, las cosas van bien.

Vicentín se acerca por el paso de cebra de enfrente, su visita es normal, tira la basura por un bocadillo o una Coca-Cola, Lucho no tiene problemas en ayudar a alguien así, está encantado de hacerlo.

-Vicentín ¿qué tal estamos? todo bien.

- Mal, mal, mmmal.- Giraba la cabeza a un lado y otro con movimientos compulsivos. - La patrulla del pueblo, uummmmmmmm, la patrulla del pueblo, zas me hicieron en la espalda. - Con el brazo describe el movimiento de un cuchillo cortando el aire.

Lucho con cara de póker, asombrado con media sonrisa - ¿qué dices Vicentín?

- Que si que lleva con eso desde ayer Lucho, ayer le vi yo en la plaza del ayuntamiento y eso iba diciendo.

Lucho miro incrédulo al cliente, pasa el brazo por encima del cuello a Vicentín.

- A ver Vicentín, vamos a tomar una Coca-Cola y me lo cuentas



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