Tu piel,
tus bragas
un haz
de luz golpea mis ojos
el sol
reinicia mi mente
tu estas
destapada, en lencería
los
rayos acarician tu vientre.
Respiras
profundamente, despacio
yo te
miro, pensando
el vino de anoche aun escuece en mi estómago.
Mi
cuerpo no se levanta
mi
cabeza no sabe estar quieta
tu te
pasas una mano por el pelo
aún
dormida, profunda.
Hoy es
día de cobro y nadie madruga
estamos
de vacaciones -¡Oh si nena, Hollydays!
Te miro,
pienso
-Que mal
me sabe la boca.
Todo el
año siendo el perro
la
mascota de alguien, algo
por
quince días; un mes...
autentica
libertad.
El cobro
y el premio, yin yang...
-Tengo que cambiar el sabor de la boca.
El pelo
te brilla, hace calor
has
sudado, hace calor
te miro,
se te ha rizado.
Una gota
de sudor baja por tu sien.
Te pones
boca arriba, aspiras
yo te
acaricio con el pie
aun no
reaccionas, duermes...
Meto la
cabeza entre tus piernas
separo
la tela entre mi boca y tu
paso la
lengua, cierras las piernas
no me
muevo, las vas abriendo
hundo mi
lengua.
Gimes,
me agarras la cabeza
acaricio
tu surco con mis labios, suave
me tiras
del pelo; deprisa, despacio
conozco tus tirones, obedezco.
Gritas,
disfruto, gozas.
-¡Ay,
ay, ay!
Me
aprietas la crisma con las piernas.
Fuegos
artificiales
vas
eliminando la presión, no me muevo.
Me
miras, -Buenos días
-Buenos
días, ¿cafe y tostadas?
Te beso,
voy a la cocina; -Tengo hambre
Oigo el
mechero, hace sol.
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