Eres o eso crees, por que sientes el impulso de descubrir más
allá y sin destino flotas. Te encuentras en un mar inmenso y tranquilo en una
noche oscura con alguna estrella acompañándote.
Tu impresión es la de no saber a dónde llegaras, ¿que pasara?, no lo sabes.
Vas avanzando volando sobre esos mares hacia el horizonte
lejano que se ve ligeramente curvo y misterioso. Tienes ganas de llegar aunque
no sabes cuánto tiempo te llevara y estas solo pero esa necesidad de saber te
acompaña reforzando tu espíritu.
De repente avistas en el horizonte una forma la cual se va
acercando a medida que avanzas, observas que es una isla. Una isla pequeña
donde se erige una torre muy alta y vieja.
Esa torre te inquieta, justo cuando sobrevuelas la isla
comienzas a sentir que esa sensación de flotar la vas perdiendo y entonces poco
a poco bajas a esa isla hasta aterrizar. Es un terreno verdoso y húmedo, al
analizar esa torre y te das cuenta de que tiene unas escaleras que la rodean,
son muy antiguas y no te dan buena sensación.
La intuición te dice que tienes que subirlas, crees que
puede haber algo allí arriba. Subiendo las escaleras notas que cada vez que
subes un peldaño, más te cuesta pero un impulso te mueve. No quieres estar en
la frustración de antes de no poder volar, quieres seguir.
Por fin llegas a la cima de la torre y ves que hay un enorme
espacio donde no hay más que un pilar grande de base circular que parece de
granito. Es como si ese pilar estuviese sosteniendo el peso de algo que no se
ve, algo invisible que no comprendes.
Entonces te acercas pero nada no descubres nada, así que
derrotado y abatido abrazas el pilar. Desde ahí se observa todo el horizonte
los 360 grados, te rindes ya no crees que puedas hacer nada.
Como algo inesperado de la lejanía aumenta una luz, una luz
verde y brillante que se va acercando a ti. Muy resplandeciente avanza con una música
especial, música de vida. La luz llega a ti, comienza a tomar control de tu corazón,
es una sensación de completa alegría, y de manera inexplicable la sensación de
la gravedad, esa pesadez que no te dejaba avanzar, esa amargura desaparece.
Vuelves a flotar y eso te emociona, sientes de nuevo esa energía
que te animaba a continuar, seguir volando para descubrir más cosas. Estas
completo, ya nada te puede parar y puedes llegar a donde quieras con esa luz
fuerte en tu cuerpo.

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