REZAR NO SIRVE DE NADA

En una selva de bengala paseaba solo un tigre, como todos los años el monzón estaba presente y la vida se hacía más difícil para todos. A este tigre (bueno a casi todos creo yo) no le gustaba nada el agua, y hoy tenía que cruzar el río y encima con el monzón presente. Se sentó a meditar o convencerse de que tenía que cruzar. Además había quedado con su amiga al otro lado.

El miedo no le dejaba moverse, para tranquilizarse empezó a contar los peces amarillos que pasaban. Algunos tenían prisa, marchaban con toda su familia (para ellos el monzón era como unas vacaciones) querían aprovechar la tormenta, había unos destellos muy coloridos y bonitos que se veían en lo profundo de la selva. Al tigre eso le parecía una pérdida de tiempo, que por otra parte no quería ser alcanzado por un rayo.

El tigre pensó:

-          -¡Coño tengo que pasar, he quedado y estoy aquí como un besugo mirando peces!

Oyó unos ruidos detrás de él y se dio la vuelta, era una serpiente. Se acercó a él con intención de hablarle por qué comerle no, no era una pitón y joder luego no podría moverse con tal peso en el estómago. La serpiente hablo y dijo:

-         - Hola tigre ¿Qué estas rayado?

-          -Si, ¿no me ves? Me he puesto nuevo conjunto.

-          -Te veo solo tío, ¿Qué te pasa?

-         - Pues que no me decido a cruzar, no me va mucho el agua.

-         - Jajaja, ¡Pues entonces lo tienes claro…!

-         - Igual rezo un poco y espero a que deje de llover.

-        -  Te voy a contar una historia a ver si te ayuda, porque a mí lo de rezar no me convence.

-         - Cuenta, cuenta…

-        -  Esto comienza así, Terry (como si se llama Jack) como siempre estaba preparándose para salir a trabajar, no tenía fuerzas casi, ni siquiera para desayunar, toda la semana trabajando duro. Su vida no tenía sentido, vivía solo en un cuchitril de las afueras de la ciudad y ahora a las cuatro de la mañana tenía que ir a la fábrica.

Tambaleando se dirigía al zapatero para coger sus botas de trabajo. No sabía cuál ponerse primero, era muy pronto no había desayunado y parecía que le cuesta pensar. Se decidió por la izquierda ¿Qué podía salir mal? En fin, cuando cogió la bota de la derecha de repente se esfumo está dejando a Terry atónito.

En ese mismo momento en un pueblo de los andes un “personaje” conocido como Baldomero estaba orando para que cayese algo del cielo ya que no había llovido. Como de la nada cayo una bota que por casualidad término a parar en la cabeza de Baldomero dejándole aturdido en el suelo. Claro, no especifico que quería que cayese del cielo. Ese día Baldomero aprendió una cosa, desde entonces siempre le reza al cielo con un caso. ¡Esperemos que no lluevan más botas!

-        -  Muuuuuy… bien, me ha hecho pensar si, de verdad…

-          -¿Sí?

-          -Si, a que tengo que ponerme un casco, pero la verdad necesito más un bote.

-         - Bueno además de esto te quería advertir de que hay cazadores furtivos y creo que están cerca

-        -  ¿Furtivos?

-         - Si, dos

Entonces el tigre se levantó rápido y hecho a nadar. En menos de tres minutos ya estaba en la otra orilla y gritando le dijo la serpiente:

-         - ¡Tranquilooooo acabooooo de veeeeer queeee no eraaan furtivooooos, solo dooooos monoooos machacandoooo con piedraaaaaaaaas frutoooooos secooooos!