Miedo.
Miedo a cambiar de rutina
a través de los cambios de otros.
Al vacío,
a luchar con espadas
y que así las heridas se abran.
Miedo a la ambición de los ajenos,
a cristales invisibles,
puntiagudos,
o quizá inexistentes,
que se clavan en el suelo de estos versos
y te hieren los pies mientras caminas.
Miedo a dejar de sentir
perdiendo el miedo.
Raquel Alvarado
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