La verdad escondida en la sombra,
atada con cadenas por una falsedad
que se muestra reluciente a los ojos
del sol;
la luz que ilumina un dolor camuflado
en el hogar.
La lengua acostumbrada a encerrarse
tras los labios,
se convierte en huracán hiriente cuando
salen las palabras.
Y entonces, llega la falsa sorpresa:
el descubrimiento de aquélla que,
apartada en la oscuridad,
luchó por romper los grilletes que ya
se oían,
pero no querían ser vistos.
Y aun así; el grito lucha, se desgañita
infernal y disfruta
cuando ahoga a la única pureza de esta trama.
El no escucharse al hablar provoca
mayor comodidad
Raquel Alvarado
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