El afán del hombre por saberlo todo
le lleva a caminos inescrutables,
demasiado grandes para su pequeña comprensión.
La duda,
la interrogación, la incertidumbre...
juegan al juego de nunca acabar.
La curiosidad se halla acurrucada
en un rincón custodiado bajo llave.
Al abrirlo se transforma en huracán,
dando rienda suelta a la investigación,
a la sed de conocimiento;
tan humana como la imposibilidad de saciarla.
le lleva a caminos inescrutables,
demasiado grandes para su pequeña comprensión.
La duda,
la interrogación, la incertidumbre...
juegan al juego de nunca acabar.
La curiosidad se halla acurrucada
en un rincón custodiado bajo llave.
Al abrirlo se transforma en huracán,
dando rienda suelta a la investigación,
a la sed de conocimiento;
tan humana como la imposibilidad de saciarla.
Raquel Alvarado
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